No falta quien asegure que Don Quijote era el propio Rodrigo de Pacheco, el que está retratado en uno de los lienzos de la Iglesia de San Juan.

De su aspecto físico, en cambio, no tenemos ninguna duda. Para ello contamos con la propia descripción que del hidalgo nos hace Cervantes "Frisaba la edad de nuestro hidalgo con los cincuenta años: era de complexión recia, seco de carnes, enjuto de rostro, gran madrugador y amigo de la caza"... y nos explica, también, que de tanto leer los libros de caballerías, que se hallaban a la sazón en boga, llegó a perder el juicio,...y "vino a dar en el más extraño pensamiento que jamás dio loco en el mundo, y fue que le pareció conveniente y necesario, así para el aumento de su honra, como para el servicio de la república, hacerse caballero, y irse por todo el mundo con sus armas y su caballo, a buscar las aventuras, y a ejercitarse en todo aquello que él había leído que los caballeros andantes se ejercitaban, deshaciendo todo género de agravio, y poniéndose en ocasiones y peligros, donde acabándolos, cobrase eterno nombre y fama".

Algunos vecinos de Argamasilla apoyan su afirmación sobre que este es el verdadero y auténtico lugar de Don Quijote, explicando que los vapores que se desprenden de las aguas remansadas del río Guadiana, que el viento arrastra hasta el pueblo, son la causa de perturbaciones en el buen juicio de sus habitantes, como la que padeció Don Quijote. A fuer de sinceros, debemos declarar que tal aseveración no nos parece del todo descabellada, pues hemos comprobado que en las proximidades de Argamasilla, cerca del molino llamado "de la Membrilleja", la tierra se traga misteriosamente al Guadiana, y estas no son cosas que sucedan con todos los ríos. ¿Será cierto -según la historia que a Don Quijote refiere Montesinos que el Guadiana no es otro que el escudero del legendario caballero Durandarte, a quien el encantador Merlín convirtió "en un río llamado de su mesmo nombre"? y seguimos leyendo en la Obra, que a Don Quijote se le pasaron cuatro días en imaginar qué nombre pondría a su caballo, y que ..."al fin vino á llamar Rocinante, nombre a su parecer alto, sonoro y significativo"; y cómo decidió dar a su vecina Aldonza Lorenzo el título de señora de sus pensamientos y el nombre de Dulcinea -dulce y nueva- del Toboso. que le pareció "músico y peregrino" .