En esto estaban, cuando sintieron un sordo estruendo y un áspero ruido, que por todos aquellos valles se estendía. Levantóse en pie don Quijote y puso mano a la espada, y Sancho se agazapó debajo del rucio, poniéndose a los lados el lío de las armas, y la albarda de su jumento, tan temblando de miedo como alborotado don Quijote. De punto en punto iba creciendo el ruido, y, llegándose cerca a los dos temerosos; a lo menos, al uno, que al otro, ya se sabe su valentía.

Es, pues, el caso que llevaban unos hombres a vender a una feria más de seiscientos puercos, con los cuales caminaban a aquellas horas, y era tanto el ruido que llevaban y el gruñir y el bufar, que ensordecieron los oídos de don Quijote y de Sancho, que no advirtieron lo que ser podía. Llegó de tropel la estendida y gruñidora piara, y, sin tener respeto a la autoridad de don Quijote, ni a la de Sancho, pasaron por cima de los dos, deshaciendo las trincheas de Sancho, y derribando no sólo a don Quijote, sino llevando por añadidura a Rocinante. El tropel, el gruñir, la presteza con que llegaron los animales inmundos, puso en confusión y por el suelo a la albarda, a las armas, al rucio, a Rocinante, a Sancho y a don Quijote.

Un tocino de cuidado

En  el día  de  San Antón, por la noche, los 12 agentes de la "C.H.U.R.R.I" iban a  rescatar al tocino por orden del superintendente. Le dijeron al alcalde que se llevarían al tocino. Cuando lo cogieron se lo llevaron al carguero "Reina España" y se fueron. Los  de  la  I.D.I.O.T.A  les  perseguían en lanchas.  
-¡Nos persiguen! -Gritó Danilo.
Subieron a bordo, les  dieron  una  paliza a los  malos, Jorge jugaba al fútbol con su  jefe  y él  les daba  morradas en su culo  y decían:
-¡Mi pobre culito!. Luego los tiraron por la borda y se lo dijeron al superintendente que dijo:
-Este  tocino  es  de  cuidado.
Juan, 3º

Era el día de San Antón. Por fin llegó la hora de la hoguera, Ana, Vera y Marta quedaron en la hoguera. ¡Qué emoción! Ana y Marta iban a ir a casa de Vera a dormir. Mató un señor  al cerdo. A Marta, Ana y a Vera les dio mucha pena. Cuando fueron a casa y se ponían el pijama dijeron Marta y Vera:
-¿Por  qué no nos quedamos toda la noche jugando?
Pero dijo Ana:
-¡No! Tengo mucho sueño.
Las 3 pronto se echaron a dormir  pero de repente:
-¡El cerdo ¡ ¡Déjanos, déjanos!
Se despertaron, todo había sido una pesadilla pero cuando se levantaron vieron a un cerdo muerto en el balcón  de su habitación. Dijo Vera:
-Calmaos chicas, solo hace falta una cosa, gritar ¡Mamaaaaaaa!
-¿Qué pasa?
-Hay un cerdo muerto en el balcón
-Ah, eso! Han debido encestar el cerdo en el balcón
Después las 3 abrieron el baúl para coger unos juguetes pero al abrirlo salió un monstruo y agarró a Ana y a Vera pero a Marta la dejo allí. Después de unos minutos le tiró una cuerda a Marta y fue con Ana y Vera. El monstruo solo tenía un ojo, Vera se había dado cuenta de que era su muñeca de Monstruos SA,  la del pelo de serpientes. Ana, Vera y Marta dijeron a la vez:
-¡Esto es un sueño!
Pero Celia que así se llamaba la monstrua dijo que les dejaría salir del baúl si convencía a las serpie
ntes de que volvieran a su cabeza. Y al mirar su cabeza era verdad estaba  calva y se echaron a reír entonces les dijo que también trajeran a Maik su novio, así lo hicieron salieron del baúl y ya podían dormir.

 
Vera Galindo Ferrer 3 de Primaria
  

Había una vez dos hombres que se  llamaban Don Quijote  y  Sancho Panza. Un día por la mañana Sancho Panza vio un tocino y dice Sancho:
-Este tocino es para comérmelo
-¡Calla tonto! dice Don Quijote. Sancho se fue a casa del alcalde y dijo:
- Don Quijote me ha dicho calla tonto va
Ya se que ese tonto esta mas tarado que tarado. Un día el alcalde y Sancho Panza tuvieron un plan vestir a Don Quijote de tocino y tirarlo a la hoguera.

 Rubén Santolaria Sariñena 3º de Primaria

El día de San Antón no podía dormir. Cerraba los ojos, contaba ovejas y no me dormía. Vi que entraban 4 personas y una cosa por debajo de ellas. Eran Ana, Jana, María, Genadi y el cerdo de San Antón. Mi madre les dejó quedarse pero si el cerdo no manchaba. Estuvimos hablando toda la noche, el cerdo se cogía la sopa que había sobrado de cenar y el vino y le cantábamos:  
San Antón tiene Un tocino que Le dan sopas  Y vino y  Le Dicen borrachón
Que vivan Las Fiestas de SanAntón
 
   
El cerdo se enfadó y se fue. Genadi se aburría porque estábamos solo chicas y Ana dijo:  

-  ¿Nos vamos a la hoguera? que ya la habrán encendido- Y Jana dijo:
 
-   ¡VALE!  

Nos llevó mi padre a la hoguera. Cuando llegamos estaba Ana, Vera y Marta y les preguntamos:  
 -¿Qué hacéis aquí?  y Ana dijo:  

   No lo sé.

Nos fuimos al pabellón. Cuando entramos estaban cogiendo el tocino, Vera dijo:
- ¡VAMOS A COGER EL CERDO! Y Marta dijo:  
- Este año está muy engrasado.

Fuimos corriendo a  cogerlo,  primero lo cogimos pero se nos escapó después lo cogimos. Por la mañana matamos al cerdo.


 
Gisela Escobedo  4º de Primaria

Para San  Antón mi pueblo celebra las fiestas. Siempre va todo el mundo  a  la   hoguera a verla y a pasárselo bien. La  charanga va por todo el pueblo tocando música y después todo el mundo se va a bailar al pabellón en el descanso  del  baile sacan un cerdo engrasado para que la gente lo coja.

 Diego Samoner Gracia. 3º De Primaria

 Un tocino muerto 

Había una vez un tocino que llamaba Tito, ya era la hora de matarle. A Genadi, Víctor, Héctor y a mí nos daba mucha pena, fuimos a buscar a Jorge, cuando fuimos a la granja ya no estaba el tocino, se lo habían comido los que lo mataron.  Jorge nos llamó mentirosos a los cuatro.

 
Danilo Monar  Montoya    3º de Primaria

La noche de San Antón me lo pasé bomba, con la hoguera, el baile y todo fenomenal. Pero por la noche, no pude dormir, miré las estrellas, miré a todas partes y así cinco horas hasta que sonó el teléfono, lo cogí con un poco de miedo porque a estas horas ¿quién podía ser? Lo cogí y era Anita que no podía dormir, como yo, y le dije:  
-    ¿Por qué no te vienes a mi casa?  
Hablamos un rato de todo el día de San Antón, y al rato sonó el timbre y era Genadi:
-   Hola chicas ¿puedo quedarme con vosotras aquí?  
Y entonces le dijimos que sí y yo dije:  
-¿Qué tal si nos vamos donde han hecho la hoguera?  
Entonces nos fuimos porque a todos les pareció una buena idea. Llegamos al sitio donde habían hecho la hoguera. Y por casualidad Ana, Vera y Marta estaban cantando:

-         San Antón tiene un tocino, que le dan sopas y vino y le llaman borrachón.

Haciendo un corro . Y yo les dije:  
-   ¿Qué hacéis aquí? Y Vera me contestó:  
-   ¿
No lo ves? Cantar.

A nosotros nos extrañó un poco eso pero bueno, nos fuimos a un rincón  y Ana Lorda dijo:  
-       ¡He oído algo!  
Entonces se vinieron con nosotros y dijeron todas:  
-      Oye ¿por qué estáis haciendo ruido? ¡para asustarnos!

Y Genadi respondió:  
-         ¡Nosotros no hemos sido!

Y entonces Gisela apareció con un tocino, y montada en una moto, y Genadi dijo:  
-         Jo, esa moto es una chatarra, a mí me gustan las rojas.  
Y se puso a hablar solo de motos. Y Gisela dijo:  
-         ¿Dónde estabais? ¡Os he buscado por todo el pueblo!

Y mientras Gisela nos echaba la bronca el tocino se escapó y se fue al campo de tenis, y Genadi, Ana, Ana Lorda, Gisela, Vera, Marta y yo fuimos tras él y entramos en la pista de tenis y no vimos nada, Marta se separó del grupo y vio algo de color carne detrás de los pinos. Y gritó:

- ¡¡¡Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah !!!

Entonces vino corriendo y nos dijo:  
-         ¡El tocino, el tocino,  lo he visto!

Y fuimos todos a por el tocino, lo cogió Genadi, y lo encerramos, entonces el tocino desapareció dejando unos cuantos polvos de hadas y cada uno de nosotros apareció en su casa. Y al día siguiente nadie recordaba nada.

 JANA MINGUILLON,  4º DE PRIMARIA  

  

Por fin llega una de mis fiestas favoritas: la hoguera de San Antón, aparte de las fiestas de Agosto o del Pilar.  
La hoguera empieza a las diez y media de la noche, cuando veo y oigo los cohetes se me revuelven las tripas, porque en San Antón me lo paso genial, me encuentro con todas mis amigas, corremos, jugamos y nos vamos al baile sin olvidarnos de la hoguera, en el intermedio del baile nos vamos a comer los chorizos con mis amigas, nos hacemos nuestra propia hoguera. ¡¡Es genial!!  


 María Sánchez,  4º de primaria

La noche sin dormir

Era la noche de San Antón y Ana, Vera y Marta estuvieron toda la noche sin dormir.

En esa noche, Gisela, una amiga suya les dijo que mañana mataban al tocino.

A Vera se le ocurrió una cosa, irían a casa del alcalde y le dirían que querían matar al tocino. Y así lo hicieron. Cuando entraron el alcalde se puso de muy mal humor y dijo:

 -¡Pero adonde vais vosotras a la 1 de la mañana¡

 -Venimos a pedirte que queremos matar al tocino. -Dijeron las niñas.

-Vale, vale. Dijo el alcalde. Las niñas se fueron cantando y el alcalde les tiró una piedra. La piedra le cayó a Marta. Y Vera y Ana se rieron  a carcajadas, Marta dijo muy enfadada:  
-Ja, ja,  qué graciosas.
 Ana y Vera estuvieron todo el rato riéndose y Marta enfadadísima todo el camino. Al día siguiente Ana, Vera y Marta tuvieron un sueño que no veían, pero claro, tenían que matar el tocino. Fueron a matar el tocino y allí estaba toda la gente esperando.

Ana y Vera  mataron el tocino y Marta sacaba la sangre. Marta de sacar la sangre vomitó. Y la tuvo que sacar Ana, Ana también vomitó y la tuvo que sacar Vera. Vera, ¡menos mal que no vomitó!. Después de matar al tocino  se lo comieron entre Ana, Vera y Marta. Llegó la noche, tampoco pudieron, vieron una sombra, era Gisela. Gisela venía a quedarse con ellas. Pero luego vieron otra sombra, era un malo. Se las llevo a su casa.

El malo día y noche las vigilaba, pero un día Héctor y Víctor, las salvaron y rápidamente  se fueron a casa y el malo se murió.

 Ana Lorda Cuadrado 3º

 

Un día  de San Antón el tocino se escapó de la hoguera. Juan, Héctor, Victor, Genadi  y  Jorge,  se fueron  a buscarlo. Lo  buscaron por todo  el  pueblo  y  se  fueron  a la cama. Al día siguiente  fuimos por  el pueblo  buscando  con  las  bicicletas  y  un  carro  por  si  lo  encontrábamos Genadi, Héctor y Víctor,  por  fin  lo  encontramos,  lo  llevamos  en  el  carro  e  hicimos la  matancía.

Héctor  Ferruz  Campos       

El tocino bebe vino

Una noche de acampada con la clase cuando todos estaban durmiendo menos yo, que no podía dormir, me fui a buscar a Jana  y Jana también estaba despierta. Fuimos a buscar a los demás y estaban durmiendo como troncos. ¡Despertad! Gritamos Jana y yo. Y todos perezosos se despertaron. ¿Qué pasa? Dijeron todos. No podía dormir y fui a buscar a... ¡Ah... ! ¡Un monstruo! Entonces encendimos la luz y... ¡Sangre! ¡Hay que hacer algo! Tengo un plan, cojamos: La linterna, mi libro de monstruos, mi raqueta y algo de comida. ¡Vayamos en busca del monstruo!

-Un momento ¿A ver?- Dijo Gisela probando la sangre:

-Esto no es sangre, esto es vino.
-Entonces el monstruo bebe vino. -Dijo María.
Y fuimos en busca del monstruo.
-Un momento aquí hay huellas. Sigámoslas.
-¡Ah...! Gritaron todas.
-¡Tranquilas, yo os salvaré! -Dijo Genadi. Y todas:

-¿Eeeeh?. Sí,  lo que habéis oído. ¡Ana! ¡Vera! ¡Marta! Mirad... Yo les expliqué lo que había pasado y fuimos detrás de las huellas. Encontramos miles de pistas pero nada y a la mañana siguiente...

-¡Mirad! ¿Qué pasa?  Eso es un arbusto que se mueve. 

-Sí ¿y qué?  Pues que ahí esta el monstruo. Manteníamos esa conversación.

-¡Ton, ton, ton!¿Que es eso? -Dijo Jana.

- Eso es un rebaño. -Dijo Lola, apareciendo de repente.

Miramos detrás del arbusto y... ¡Un tocino!  Sí, había un tocino bebiendo vino.

Ana Aznar López 4º Primaria   

Un tocino escapón

Un día de San Antón por la mañana todos estábamos muy tristes porque iban a matar al pobre cerdito, entonces cuando se hizo de noche encendieron la hoguera de San Antón y ella sacaba fuego y  fuego durante 30 minutos, tiraban  petardos, al final nos fuimos al pabellón, donde cogían el tocino y el que lo cogía se lo llevaba. Si quería  lo mataban, además ¡toda la gente los mata!

Al día siguiente nos fuimos a la peña, por la noche querían matarlo, pero el tocino se escapó luego nos fuimos a buscarlo pero no lo encontrábamos, entonces Jorge  dijo:

-¿Estará en el campo? Y nos fuimos a buscarlo  por el campo. El estaba con  sus  otros amigos pero él se metió entre ellos y como eran muchos: 185 cerditos, lo vimos salir corriendo. Entonces lo buscamos y buscamos hasta que se hizo de noche. Aquella noche dormí tranquilo. A la mañana siguiente me desperté y lo habían encontrado. Al final cambie el tocino por uno de juguete y el de verdad lo llevé con sus amigos. 

GENADI BORISLAVOV  DUNCHEV 4º  DE   PRIMARIA 

                     

   Era una noche oscura, eran las Fiestas de San Antón. Al tocino le asaron todos  y los habitantes de Alforque  quemaron al tocino y los habitantes de Alforque  lo quemaron entero. 

 Noelia Vijil  Navia.  3º de Primaria  

 

 

 

 

 

 

D. Quijote  iba con la barca a la hoguera y vió un tocino y dijo:

-¡Mira el pobre tocino, lo van a quemar!

 D. Quijote lo salvó y Sancho dijo:
-Vamos a comérnoslo.
 D. Quijote también quería comérselo, pero el tocino se tiró al agua y nadó hasta la hoguera, los hombres dejaron la comida. El cerdo
empezó por el plato preferido de los hombres, uno dijo:

-Vamos a empezar por el postre y la comida para los pobres.

Dijo otro:  –¡No está!

El tocino se disfrazó de mujer, un borracho le tocó el culo y dijo:

-¡Qué madurico! 

El tocino se le cagó en el zapato, el tocino se fue por ahí y pasaba un cerdo mecánico.

D. Quijote y Sancho cazaron al cerdo mecánico en vez de al verdadero. Sancho se lo comió y se trasformó en el cerdo mecánico, el cerdo estaba al lado de D. Quijote, D. Quijote se echó un pedo y el cerdo verdadero dijo:

-¿Eres guarro o estas en un concurso de pedos?  

 Víctor  Garín Pes  3º de Primaria  

 

Víctor, Juan, Genadi, Héctor, Danilo y Jorge se fueron al campo de fútbol, soltaron el tocino, Jorge estaba en la portería jugando a fútbol, en vez de pararse la pelota se paró el tocino. Se lo llevaron a la peña, lo ataron a un árbol y dijo Jorge:

–Mañana mataremos el tocino

-Vale- Dijo Genadi.

Primero fueron a misa, se terminó la misa y se fueron a la peña. El tocino se había escapado, lo había revuelto todo, se enfadó Jorge que hasta le salían chispas de la cabeza, lo mataron, le sacaron la sangre y le abrieron las tripas y después hicieron jamón, chorizo y todo lo demás. Por último invitó a toda la clase.

 Jorge Casanova Anglés  3º de Primaria   

-Vamos  amigas, vamos, 

-Ya  vamos, espera  Vera,  ¿en qué coche?

-  En el de Ana  por  los  pelos-  Dice  Ana:

-  Vera,  quítame  los  pelos  de  la  cara  que  me  tapas  la   hoguera.

-  Perdona,  Ana

De repente  le lleva  una  pata  de tocino  a  Vera.  Ana  se da cuenta.  Ana  va  a  avisar  a  Marta  y  fueron  a rescatar  a  Vera  pero había  que  pasar  unas  trampas; Ana y  Marta  pasaron  las  trampas  pero  tuvieron  que pasar  un  laberinto; por fin  rescataron  a  Vera  y  Vera  tuvo  pesadillas  toda   la  noche.

Marta  Rico 3º Primaria

Ver la versión de los alumnos y alumnas de E. Infantil